María Zuazo – Febrero 2015
El proyecto se basa en el crecimiento orgánico de manera concéntrica. Los programas del edificio aprovechan la morfología en espiral para abrirse paso y ubicarse de la mejor manera posible con respecto a la ubicación, las vistas y la orietnación, teniendo siempre presente el punto de partida, que queda contenido en el proyecto.
La secuencia de crecimiento permite que el diámetro aparente vaya aumentando con la altura, dotando de iconicidad a la solución planteada.